jueves, 9 de octubre de 2008

jueves, 2 de octubre de 2008

++ Oops! Britney lo hizo de nuevo ++


Como si aún estuviésemos en los noventa, su música aún es escuchada en cada rincón del planeta. A pesar de que han pasado diez años desde que empezó su carrera musical, ella ha seguido cosechando éxito tras éxito. Muchos pensaron que después de quedar embarazada y cometer algunas locuras, producto del furor y sometimiento a la fama, su carrera musical iría en declive. Hoy, ha demostrado que aún nada ha podido detenerla.

De su castaño natural a un rubio dorado, del rubio dorado a nada. Totalmente calva. Así es, Britney Spears, ha dejado en claro que se toma muy en serio la faceta camaleónica. Innumerables looks, más de 500 pares de zapatos y un clóset que no tiene donde terminar, caracterizan la fama y el glamour de su existencia. Y eso no es todo, ni que decir de su cuenta bancaria.

Chicos lanzando suspiros al observar los posters colgados en la pared y sus videos en MTV. Grupos de adolescentes y niñas coreando sus canciones y copiando sus coreografías; a esas alturas, quien no quería ser como ella. Los rankings musicales la coronaban con el primer puesto todos los días. Estaba en todas partes. Britney Spears, se ganó desde aquel momento, el nuevo título a la “princesa del pop”.

Imagen de marcas reconocidas como Skechers y Pepsi, protagonista de su propia película e incluso dueña de un restaurante, la fama logró colmarla hasta el último rincón de su ser. Siempre tan perfecta, con un novio famoso como ella y con la virginidad que según ella la seguiría hasta el matrimonio. Giras, entrevistas, para todo había que mostrar una sonrisa. Poco a poco se fue apagando.

Todo exceso hace daño y con ella ocurrió tal cual. La imagen de la celebridad perfecta y virginal logró cansarla. De un día para otro, fumaba sin cesar, andaba sin zapatos en los baños de un grifo, hacía señas obscenas y recibía mucho más que un beso de su nuevo novio frente a cámaras. Su legión de fans se fue perdiendo. Extrañaban a la vieja Britney.

Era como si hubiese escondido esa faceta de su personalidad por un largo tiempo. Se casó dos veces y tuvo dos hijos en el transcurso de un año y medio. Su figura esbelta y envidiable se perdió en el tiempo. Intentó suicidarse e incluso se cortó el cabello frente a cámaras hasta quedar totalmente calva, ahora sufría de depresión. Todos pensaban: “Pobre Britney”. Esa fue la imagen durante un largo y prolongado tiempo.

Como siempre, la prensa nunca dejó de seguir sus pasos y hoy, tras un año de clima caótico en su vida, ha logrado recuperarse. Después de su reaparición en los premios MTV 2008, Britney se ha ganado un espacio nuevamente en los corazones de sus fans. No sólo porque se mostró airosa e impecable en su presentación, sino porque ha demostrado fuerza y mucha fortaleza durante los peores momentos de su vida.

Soltera, radiante, sin depresión, con nuevos éxitos y planes a futuro, ella sigue fabricando fama sin cesar. Parece haberse divorciado de aquel compromiso que tenía con la depresión y las pocas ganas de vivir o de salir adelante. Ella, esta de vuelta. Bienvenida Britney Spears. El show debe continuar.